Michoacán

Michoacán es conocido por su clima continuamente moderado. Entre noviembre y febrero, las cumbres entre Morelia y Toluca son el lugar de encuentro de las mariposas monarca. Esparcidas por miles de árboles, millones y millones de estas mariposas hibernan en los bosques de pinos y las transforman en un sueño de negro y naranja.

Uruapan es considerada la capital del aguacate en México, mientras que Paracho es conocido por sus fabricantes de guitarras. Las nueces de macadamia que se cultivan en el estado son igualmente conocidas en todo el mundo.

Una visión general de Michoacán estaría incompleta sin mencionar Morelia, la belleza colonial del valle de Guyangareo. La ciudad universitaria de 600.000 habitantes fue fundada como Valladolid en 1541 y rebautizada como Morelia en honor al luchador por la libertad de México José María Morelos y Pavón en 1828. Los amplios bulevares del centro histórico están alineados con innumerables edificios que ostentan magníficas fachadas barrocas de traquita marrón rosada e intrincadas decoraciones de estuco. La UNESCO registró el casco antiguo con su aspecto altamente armónico como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1991. Todos los detalles de sus edificios reflejan la riqueza de la clase alta española de los siglos XVI al XIX.

La profunda religiosidad de los morelianos se hace evidente en el trazo de las calles y avenidas, que inevitablemente conducen a algún santuario o iglesia.

Nuestro recorrido por el centro histórico comienza así acertadamente en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, una iglesia muy colorida, que fue construida en 1702, pero cuya decoración actual data de 1915 realizada por el artista regional Don Joaquín Orta. En esta iglesia, el Rococó francés se encuentra con el estilo tradicional de los artesanos locales, original, colorido y muy interesante.

Tomando la Calzada Fray Antonio de San Miguel, una zona peatonal de 1732, nos dirigimos al verdadero centro de Morelia. En nuestro camino, hay muchas oportunidades de ver el famoso acueducto. Esta estructura de 253 arcos, de unos 2.000 m de largo, fue ordenada por el obispo Fray Antonio en 1785 para abastecer de agua potable al pueblo y dar trabajo a la población indígena.

Continuamos hacia el Museo Regional del Dulce donde probarán dulces típicos mexicanos como ates, la cual es una pasta de fruta cortable; la capirotada es un pudín de pan. Después de este refrigerio, nos dirigiremos a la iglesia y el convento de San Francisco, un edificio de estilo plateresco; los franciscanos pusieron sus cimientos en 1531, fundando así el primer monasterio en la entonces Valladolid. Hoy en día alberga la Casa de las Artesanías de Michoacán, donde el estado exhibe una gran colección de productos artesanales, talleres de artistas independientes y muchas pequeñas tiendas atractivas que invitan a pasear.

Nuestro tour termina directamente en el bullicioso zócalo, donde visitamos la impresionante catedral de Morelia.