Distrito Federal

Experimenta el modo de vida en la ciudad más grande del mundo. Enormes pirámides, suntuosas iglesias barrocas, el Popocatépetl cubierto de nieve, y los jardines flotantes de Xochimilco (chinampas). Esta ciudad te está esperando y ahora te sumerges en la metrópoli multimillonaria. Disfruta del panorama de México.

Visita el famoso Museo Nacional de Antropología e Historia. Frente a la entrada del museo, el monolito de 165 toneladas de Tláloc, dios de la lluvia, nos espera. Cuando esta estatua fue transportada del este del valle alto a la Ciudad de México, era la estación seca, pero llovía a cántaros, ¿Fue una protesta del dios? Deje que la atmósfera le inspire y siga las huellas de los pueblos antiguos. Después de visitar el museo, vsite el Centro Histórico. Recuéstese y disfrute del colorido bullicio de los mercados y la gente que es tan fascinante para nosotros. El glamour y la miseria están uno al lado del otro de un lado se observa la vieja ciudad y los elegantes espacios comericales, el estilo español, francés y el romántisismo moderno. Camine en alguna de las muchas estrechas calles con sus tiendas de artesanía, donde los zapateros dominan manzanas enteras.

La Basílica de Guadalupe también merece una visita. En la Plaza de las Américas, la antigua y la nueva basílica se encuentran una al lado de la otra en el santuario de México. La nueva basílica, un edificio ovalado, puede albergar 20.000 personas y es el lugar de peregrinación más importante de América Latina. Está dedicado a la Virgen de Guadalupe, una de las patronas más importantes de México. El 12 de diciembre, muchos miles de creyentes hacen su peregrinaje a este lugar, muchos de rodillas hasta la puerta de la basílica como signo de devoción y gratitud. El manto de la virgen se puede ver en la nueva basílica.

Después de este punto culminante espiritual de México, una visita a Teotihuacán es una secuela obvia. Cuando se llega a la meseta, las Pirámides del Sol y de la Luna emergen como colinas naturales entre las montañas que rodean la zona. La ONU incluyó a Teotihuacán en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1988. Construida entre el 250 a.C. y el 700 d.C., fue la primera ciudad del "Nuevo Mundo" y en su apogeo contaba con unas 125.000 a 250.000 personas en 2.300 complejos de viviendas. Teotihuacán había alcanzado su cénit religioso, cultural y económico ya entre el 500 y el 800 d.C. La influencia de los constructores de Teotihuacán se extendió hasta Guatemala. Era un floreciente centro de comercio y un centro religioso. La ciudad fue incendiada por razones que los estudiosos no han podido dilucidar hasta ahora. Cuando los aztecas, asaltando la región alrededor del lago Texcoco, descubrieron el asentamiento, ya había sido un pueblo fantasma durante varios siglos. Los expertos creen que la gente que construyó la ciudad vino del Norte hace 2000 años. Su civilización se basaba en la veneración del dios de la lluvia.